Los elementos más sensibles del sistema familiar son los que lo equilibran, así que este fenómeno de incorporación emocional no es nada infrecuente.

Adriana nos cuenta personalmente su experiencia con una sesión BioMascotas,  ya sabe que tiene que organizar algunas cosas de su pasado, pero su perrita Tina ya está a salvo y puede vivir tranquila sin convulsiones.

¡Muchas gracias Adriana por tu generosidad!

Tina mi perrita, mi compañerita desde cachorrita, empezó hace un tiempo a tener convulsiones muy fuerte. Yo no podía soportar cómo su cabeza golpeaba las paredes durante sus crisis. Recibió atención veterinaria y le diagnosticaron epilepsia.

Sentí mucha tristeza porque sus ataques eran muy fuertes, ella era una perrita sana hasta entonces. Le recetaron medicamentos muy fuertes de por vida, y uno de los mejores medicamentos está descontinuado, debido a la cuarentena que tenemos aquí en México.

Aun así, sus crisis iban a seguir apareciendo. Yo quería hacer todo lo que estuviera en mis manos para que ella recuperara su salud porque, de alguna manera yo me veía reflejada en ella, yo quería que fuera feliz y que no tuviera miedo…. porque se veía el miedo en sus ojos…

En realidad estaba somatizando mis conflictos y repitiendo mis historias.

Yo tuve convulsiones cuando era niña, y el neurólogo me dijo que se me iba a declarar epilepsia y que, cuando yo cumpliera la mayoría de edad, si me regresaba una convulsión me iban a declarar epiléptica.

Afortunadamente tengo 27 años y no me volvió a dar ninguna convulsión.

Sin embargo, de un tiempo para acá he adquirido algunas enfermedades. Cuando no voy por una cosa es por otra, al ginecólogo, a medicina interna… Llegó el momento en el que me sentí muy triste porque, más allá de que las enfermedades se me curen con tratamientos, no lo digo orgullosa lo digo con tristeza, no he podido obtener una salud plena, y siempre voy rondando diferentes especialidades médicas.

Yo de alguna manera sabía que algo en mi pasaba, que yo no estaba bien, pero aún así seguía con la venda en los ojos.

Ya sabía algo sobre Biodescodificación pero para mí era súper difícil comprenderlo y saber cómo sanar, por eso le agradezco a la vida el mandarme un mensaje de esperanza para que alguien me pudiera ayudar.

Afortunadamente en mi búsqueda me encontré a Paz, la contacté para una sesión Biomascotas para Tina, y desde el primer momento que me dijo que a quien tenía que tratar es a mi, no a la perrita, porque ella estaba haciendo una incorporación emocional de mis asuntos pendientes.

Sabía que ella era la persona que me ayudaría en este proceso y así fue… analizamos muchas cosas sobre mi vida y me hizo reflexionar bastante de como he llevado mi vida: no afrontando conflictos,  liberando mis recuerdos y memorias, mis emociones retenidas, mi posible epilepsia infantil.

Y pensé: ¿cómo es posible que un ser que me ama tanto pueda somatizar mis historias?

De verdad, estoy escribiendo esto con mucha felicidad. Ahora Tina está bien, sana y sin medicamentos. Estoy infinitamente agradecida y liberada, mi perrita está feliz y sin miedo, disfrutando de su vida y yo disfrutando de ella.

Sin duda alguna seguiré en este camino con Paz, para encontrar la tranquilidad y la salud que todos merecemos, y más en estos momentos. Paz gracias infinitamente por compartir tus conocimientos para ayudar a todas las personas que llegamos a ti.

Adriana López Espinosa (Ciudad de México)

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