¿Recuerdas el caso de Patricia?  Si no lo has leído, puedes hacerlo en este enlace: MUJER Y TERRITORIO

Durante su programa de entrenamiento GENEALOGY & BIO COACHING , en la vida de Patricia se han producido muchos cambios, tanto a nivel físico, laboral y emocional, con más descubrimientos asombrosos.

En una de las sesiones, Patricia me comentó que tiene mucho miedo a los relámpagos, al igual que su madre, y esto es un problema porque ella vive en una zona de muchas y fuertes tormentas. Pasamos un poco de largo sobre este asunto, ya que buscábamos algún caso de violencia extrema, o temor de Dios, pero ella no sabía gran cosa.

Pero a raíz de esto me confesó algo: ella no podía dormir en su propia cama…. Llevaba años durmiendo en el sofá, incapaz de disfrutar de un sueño reparador, incluso ahora en su nueva y preciosa habitación.

Este temor infundado, nos llevó a explorar en sus memorias infantiles un suceso que afloró rápidamente. Es curioso cómo nuestro subconsciente va atando cabos y enlazando sucesos con lógica o sin ella.

Pues bien, ella se ve ante la puerta de una habitación y hay luz dentro, pero no quiere entrar… siempre le dijeron que no podía entrar en la habitación de los abuelos, porque en la mesilla de noche había un arma. Con este temor dentro, no se atrevía ni a mirar, aterrorizada.

A través de una exploración guiada y segura, puede observar a un hombre sobre una mujer a la que no puede ver, y ella interpreta que la está matando, ahogando… que no la deja respirar…

Aportando recursos y una visión disociada, esta niña recibe el apoyo de la Patricia adulta, y la de un mentor que la acompaña y la apoya durante la exploración, y es entonces cuando puede darse cuenta de que quizás esa pareja simplemente estaba en una relación sexual muy apasionada, algo que a una niña le puede resultar violento, ¿verdad?

Durante unos días estuvo integrando este intenso viaje y al fin pudo comenzar a dormir en su cama, eso sí… con una luz encendida.

En varias semanas, ya ha conseguido dormir y descansar en su dormitorio…. y lo más sorprendente es que me acaba de contar que, conduciendo por la autopista, se dio cuenta de que no se había fijado en los relámpagos, rayos y truenos que estaban cayendo a su alrededor!