Cuando hablamos de SOBREPESO, una de las primeras exploraciones que tenemos que realizar es acerca de la función de soporte y de las preocupaciones por los demás. Es decir, si eres una persona que vive preocupada y desviviendose por los demás, es muy difícil que puedas comenzar a bajar de peso.

Este es uno de esos casos en los que el EGO, la estructura de la personalidad, a pesar de haber sido útil para la supervivencia, ya está dando muchos problemas al SER que vive dentro de ese cuerpo y que pugna por salir a flote.

Se trata de una mujer que vive y se desvive por su familia, en realidad por la familia de su hermano, por su abuela y por sus tías… ella simplemente se ocupa de ayudarles a ellos, y cada vez se siente más atascada en su propia existencia, o mejor dicho en su “inexistencia»-

¿Por qué? Porque esta sobrepeso ha sido creado durante décadas, para poder ejercer como “el pilar de sustento familiar”.

En el desarrollo de la observación de sus propias polaridades, aunque ella ha hecho lo mejor que ha podido con arreglo a su programación y a su nivel de conciencia, hay algo que no puede entender: Ella no entiende que vivir por y para los demás la deja a ella en una situación de abandono de sí misma.

Y es que tiene anclada la creencia de que, si se entrega totalmente a ellos, ella será feliz… y por supuesto, ella internamente sabe que no es así, pero su EGO no lo quiere reconocer, no puede reconocer que ha estado utilizando una estrategia equivocada.

Reconocer un error y variar el rumbo, aunque sea un grado, es la mejor de las oportunidades que nos da la vida para reinventarnos…

Para ilustrar el escenario le hago esta propuesta:

• Imagina que planteo esta hipótesis: – ¿cómo será un niño al que no le permiten caerse, ni arriesgarse, ni luchar por lo que quiere?
• y ella me responde: ¡que será perfecto!

Tal es su nivel de inversión psíquica, es decir… ver «el mundo al revés»… pues cualquiera sabe que ese niño se convertirá en un inútil, incapacitado y frustrado adulto, al que todo se lo dieron y que nunca se arriesgó por sí mismo en nada.

Y es que sólo aprendemos de los errores que cometemos en nuestro día a día, de los más pequeños e insignificantes, y de los más enormes.

Por eso, cuando el EGO pretende atrincherarse en tener la razón, a pesar de que la infelicidad es el resultado, poco se puede hacer más que apelar a una instancia superior, la Rendición.

Pero esa Rendición es fruto de una decisión interior, cuando el ego te aplasta tienes que respirar y dejar paso a otro personaje, un nuevo tú que se siente perdido e inestable… es natural… pues acaba de nacer y tiene todo un mundo por descubrir.

Cuando sientes ese vacío vertiginoso, es entonces cuando entra en acción la fuerza de tu Ser Interior, quien por fin clama al cielo… porque ahora puede ver la luz al final del tunel.

Cuando la manipulación se disfraza de ayuda

Es entonces cuando el EGO se engorda más y más, tejiendo su red alrededor. Esa personalidad sostenida a través de la invalidación del poder de los demás, sólo trae vacío y más vacío, que nunca se puede rellenar con comida, objetos, relaciones o echándote encima a toda la familia, al contario.

Comas lo que comas, tu organismo lo convertirá en más reservas, porque él siempre trabaja por la máxima eficiencia, se necesita mucha energía y reservas para mantener a tanta gente.

A veces es difícil que la persona se dé cuenta de la espiral en la que está metida, simplemente porque obedece a ese tirano que le ha guiado durante años hasta el día de hoy, y quién sabe si más allá…