Testimonios – El Valor del NO en la Codependencia
La Adicción Emocional y Codependencia
La Adicción Emocional es un comportamiento programado, es un actitud de sumisión ante el poder del otro, sólo porque el adicto/adicta se lo entrega sin más. Tan poco amor siente que recibió que va mendigándolo a costa de cualquier cosa.
Lo primero de todo es entrar en «abstinencia», un período de tiempo en el cual la persona codependiente va a comenzar a conocerse y respetarse, marcando límites saludables y cortando con las relaciones tóxicas que mantiene.
¿Qué hacer cuando la relación más tóxica que tienes es con tus propios padres?
Paloma es la hija menor y no hay más que hablar, soltera, profesional y libre para cargar con lo que venga. Padre enfermo y madre que es codependiente y que la controla constantemente.
Paloma sufre mucho por el estado de salud de su padre, un hombre bloqueado emocionalmente, una madre igual de ausente. Se siente atrapada por el chantaje emocional del que es objeto, el dinero se lo gestiona su padre y con cuentagotas.
Siempre se ha sentido desvalorizada, ahorradora y miserable en este aspecto, siempre mirando el céntimo, obsesivamente.
Ha sido tan profundo el proceso que he vivido con Paloma que, hoy le rindo homenaje con este post. Ya quisieran muchos el nivel de implicación y sensibilidad que ella ha puesto. Lo ha dado todo y su biología ha respondido de inmediato.
Por contar algo realmente remarcable: Para cortar su codependencia con sus padres, una recomendación para el plan de acción semanal: USAR LA PALABRA MÁGICA: «NO».
En una semana de respeto por si misma consiguió cumplir 13 objetivos sin darse cuenta (se los tuve que remarcar yo misma uno por uno durante la sesión).
Y es que, cuando no te han valorado, no sabes valorar ni tus metas ni tus logros.
Paloma necesitaba darse cuenta de sus logros de la semana con esta recapitulación:
- Se quedó 3 días sola en casa, realizando los ejercicios de alta intensidad que le recomendé.
- Se puso a estudiar «a full», con el teléfono apagado durante toda la mañana.
- El sábado fue a comer con sus padres, desde la posición de observadora, se sintió incómoda, rara, diferente.
- No entró al trapo de los comentarios y la toxicidad de su hermana, simplemente escuchó, sin contestar nada.
- Su madre la abrazó, y le brotó una emoción nueva intensa, nunca sentida antes.
- Se percibe más centrada en los estudios, le cunde más y mejor.
- Ha dejado de comer chocolate compulsivamente.
- Lunes y Martes no fue a casa de sus padres (para controlarles) como era lo habitual.
- Pasa una tarde muy especial y tranquila con su sobrino.
- Tiene una amiga que siempre la está mareando sobre si quedan o no, y le dice: «elije tú».
- Queda con un amigo el domingo, muy cerca de la casa de sus padres, pero no siente» tener que ir a verles», como hacía antes.
- Le regala unos juguetes a su sobrino (su padre le dice: «pero dale sólo uno, no los dos» (eso es clave más adelante).
- Ha engordado 2,5 Kg, cosa que no conseguía, a pesar de hacer todo lo posible.
Gracias a este comentario de su padre, nos dimos cuenta de que se dosifica los placeres, la abundancia y que es un poco «rata» consigo misma.
Tal fue el cambio en su interior que, un mes después, su padre se dirige a ella y, tomándole la mano, le dice: «Te quiero hija»
El Testimonio de Paloma
«Hoy, leyendo lo que comentamos en la sesión, cuando he leído que mi padre no me ha dado amor sino dinero, he comprendido, es como sí se hubiera activado algo en mi cabeza y me he puesto a llorar, me han venido multitud de recuerdo
de momentos y, después de llorar un buen rato, me he sentido aliviada, más liberada, y más feliz.
Antes solía comprar cosas de manera compulsiva, no valoraba nada el dinero, y tenía muchos comportamientos de desvalorización hacia mi misma, auto-exigencia conmigo y con los demás.
He aprendido a estar sola, a hacer de todo sola, sin esperar a que nadie me acompañe. Una experiencia increíble, me sentía extraña en casa de mis padres, diferente, desde otro nivel emocional, con más control sobre mi manera de actuar y de sentir, con una gran fuerza interior para saber detectar mis límites.
¡Que satisfacción poder decir NO cuando verdaderamente te lo esta pidiendo tu cuerpo y tu ser!.
Fue un cambio brutal durante todo el proceso, me sentí feliz de poner límites a mi madre y de poder hacer lo que me apetecía, de no esconderme de ella, de decirle NO… sin más.
El abrazo de mi madre, fue un instante donde esa emoción de amor, cariño sin más, me activó una gran sensación de felicidad y de empoderamiento interior.
El poder estar en casa, relajada y disfrutando de todo esto ha hecho que mi cuerpo se relaje, y he comido lo que me apetecía en esos días, he variado y sobre todo lo he comido con mucho gusto, me siento más contenta de ver que me ha aportado felicidad el verme con más cuerpo, más volumen, ha sido un reto para mi mente.
En la pierna derecha, donde tengo la operación, justo al lado tengo unos bultos de grasa, y estos han reducido su tamaño y ya no me duelen. Y ya he ganado 3 Kgs. de peso!! «
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