EL CASO DE MARCELA – UN VIAJE TRANSGENERACIONAL

Esta es la historia de la fidelidad familiar que inspira en El Caso de Marcela un viaje transgeneracional increíble.

¿Quieres conocer la historia de Marcela?

Marcela vive en Italia, y no sabe muy bien el porqué. Símplemente, emigró buscando una vida mejor y únicamente sabe que no es feliz, que se siente estancada y que desea algo mejor para su vida.

Justo en la primera sesión se pone de manifiesto que está viviendo en un duelo bloqueado, en un ciclo memorizado justo en la resonancia del fallecimiento de su padre, hace ahora 20 años, quien además le hizo su homenaje, falleciendo apenas en su cumpleaños.

Este es el primer paso para desentrañar la trama inconsciente de su programación.

Aún tardó un mes en iniciar su Programa de Entrenamiento GBC conmigo.  La puerta ya estaba abierta y sólo hacía falta un poco de valor, y os aseguro que de esto a Marcela no le falta.

Y es que su NUMEROLOGÍA es realmente especial, plagada de armonía y con una percepción muy fina de la belleza y el equilibrio. En cambio, ella no lo vive así, por lo que hemos de buscar su programación de yaciente.

Estudiando su proyecto sentido gestacional encontramos tres hermanos mayores que no llegaron a vivir. Eran dos abortos y una pequeña niña que nació pero sólo vivió un día.

Demasiadas interferencias… además, ella desempeña un trabajo de cuidadora de tres niños ¿casualidad?

El pueblo fantasma

Uno de sus primeros actos simbólicos fue el de viajar al pueblo de sus antepasados… ella nunca estuvo allí antes. El encargo era realizar un bonito ritual, pero se encontró ante un «pueblo fantasma», todo cerrado, casi nadie con quien poder charlar. Así que se quedó paralizada, y conformándose con la situación, regresó a casa.

La comunicación tecnológica nos ha jugado muy malas pasadas durante este proceso, que aún está por terminar, pero ella no ha decaído en su entrenamiento.  Siempre se ha mostrado muy consciente de sus resistencias y traspiés.

Ahora, Marcela se ve firme para realizar ese acto acudiendo a un cementerio, simplemente para poder liberarse y hacer el ritual recomendado. Esta vez sí lo consigue y su cuerpo nota el resentir muy acusadamente. Más tarde puede descansar y se recupera muy bien.

En la siguiente sesión, Marcela recuerda que le llamó poderosamente la atención un monumento a los caídos (2ª guerra mundial) y nos ponemos a ello. Ya sabéis que investigar sobre genealogías me apasiona, así que váis a encontrar muchas historias en el blog.

Y la historia es así, su abuela, una mujer fuerte y valiente (probablemente zurda) y estando embarazada de su segundo hijo, embarca a su marido y a su pequeña en un viaje de 33 días, atravesando el Atlántico, para acabar dando a luz en el barco.

En cuanto llegan a destino, destruye todos los documentos que la unían a su país de origen… no deseó mantener consigo nada que tenga que ver con Italia.

Nunca hablaba de su tierra, de ese pueblo fantasma y era mujer de pocas palabras pero buenos sentimientos, que ha dejado en su nieta un cariñoso recuerdo. Aquí podéis verlas juntas en esta foto.

El día 25 de Abril se celebra la  «Festa della Liberazione» 

Esta reparación de Marcela es la reconexión de esta genealogía con su país de origen, para cerrar ciclos, poner órden y armonía, y para liberar esta memoria de amargura. Y fue justo un miércoles, 25 de abril, cuando tenemos la sesión más especial.  Ahí tocamos la memoria de esta abuela materna, sin saber que estábamos en una sincronicidad sorprendente.

Ayer, mientras redactaba esta publicación, me sorprendió muchísimo leer el significado genealógico del nombre Marcela, ya que está ligado a historias de antepasados que vivieron dramáticamente los avatares de la guerra, eligiendo la fuga, en lugar del combate.  La amargura de las historias de exilio y los dramas vividos al cruzar las fronteras está impresa en este nombre.

Así, Marcela ha recibido de su padre este legado y lo está realizando bien consciente, para la liberación de estas memorias, y que todos puedan descansar y vivir en paz… pero aún no ha terminado este apasionante caso…

¡Tú también puedes realizar tu fascinante viaje transgeneracional!

¡Cuéntame tu caso, te puedo ayudar!