En psicosomática humanista, para determinar cual es es el conflicto que desencadena el síntoma o la enfermedad, nos basamos en estudiar la función del órgano en cuestión, cuando está sano. Es decir, en «para qué» sirve dicho órgano.
Es fundamental aclarar y recordar que, durante la observación, la emoción aparece siempre en un instante concreto. Llega en un momento muy específico porque es el conector y la bendición que reconecta consciente e inconsciente.
Es por ello que, a veces, los resentires o conflictos no se corresponden con un sólo síntoma, sino que hemos de interpretarlo a la inversa, es decir, que un mismo conflicto puede ser vivido desde distintos sistemas biológicos.
De ahí que sea tan importante observar a nuestro cuerpo como nuestro amigo que nos habla y no como nuestro enemigo que nos ataca.
La MENSTRUACIÓN.
La menstruación es la prueba de que la mujer NO está embarazada, pero también de que está en edad fértil.
Si hay menstruación, el inconsciente de la mujer se está conectando a la fertilidad y por tanto a una posibilidad de embarazo.
La llamada «REGLA» o «PERÍODO» está conectada con la autoridad, el orden, las normas, es decir, las reglas de la familia o los lazos de sangre. También con el sentido del tiempo, entendido como ciclos naturales. Este abanico de conflictos suele iniciarse en la adolescencia, desde las primeras menstruaciones.
En las reglas dolorosas, la clave oculta puede corresponder a conflictos con las normas de la casa, las reglas impuestas, y en ocasiones una gran conflicto de existencia «no tengo derecho a existir, más que a condición de cumplir con lo que se me reclama».
Algunos trastornos ginecológicos:
LA AMENORREA (ausencia de regla) en la adolescente, es un trastorno ginecológico que puede estar asociado a un miedo a crecer, a dejar de ser niña, el temor a la sexualidad, o bien una oposición a la madre, en casos de niñas dominadas por ésta.
El envío hormonal al inicio de la regla, parece favorecer resonancias de sufrimiento perinatal pues, inmediatamente después del nacimiento, se produce un «chute» hormonal similar al del inicio de la menstruación (con todos los resentires de la madre hacia la niña).
Visto así, este dolor puede a veces deberse a un conflicto de contacto impuesto: «No quiero estar en relación con lo que simboliza la menstruación» o bien «no quiero estar en contacto con mi feminidad, yo soy un niño».
El conflicto de identidad sexual, si la niña fue esperada como varón durante su gestación, o también los contenidos conflictuales de la madre, en relación con su propia feminidad, cómo ella no se vió, o no se aceptó a sí misma como mujer.
Por eso es que, en ocasiones, muchas adolescentes están secuestradas por la sombra de sus madres, el «simbolismo de la madrastra», la madre que siente que la hija puede competir con ella en juventud y belleza, y robarle su lugar frente al macho (recuerda pensar SIEMPRE desde la biología).
Para comprender los síntomas del UTERO hemos de comprender que el útero simbólicamente es la CASA, el territotio de la mujer diestra. Por tanto, generalmente, los conflictos del útero están en relación con el TERRITORIO o el HOGAR.
En el cuerpo del útero, el órgano afectado es el endometrio (la mucosa uterina). El resentir o memorias del endometrio son de tipo arcaico y podrían estar conectados a un conflicto del tipo «mi familia no es muy normal, está fuera de normas».
LA ENDOMETRIOSIS, también llamada menstruación retrógrada, es una dolencia que afecta a la mucosa del útero, haciendo que ésta prolifere y salga hacia la cavidad peritoneal, invadiendo otros tejidos y órganos.
El conflicto oculto e inconsciente de la mujer con esta patología podría definirse en resentires del tipo «estoy excluida de la casa», «no tengo casa donde acoger a mis hijos», «mejor hago los hijos fuera de la casa», así los implantes de tejido endometrial invaden el organismo, pudiendo causar infertilidad.
(Recuerda que la primera casa, el primer hogar de un ser humano es el útero materno.)
LOS FIBROMAS O FIBROMIOMAS son tumores benignos compuestos de fibras musculares, y que se alojan en el útero. Serían resentires del tipo «los hijos que no puedo, o no pude tener», y en ocasiones aparece por la memoria de un aborto previo, de un niño muerto, o del deseo de un embarazo ideal, en definitiva, un duelo pendiente.
Para entender la sintomatología de los fibromas y miomas es importante conocer que generalmente aparecen en la capa del MUSCULO LISO del útero, que es el que impulsa los movimientos durante el parto.
EL MIOMA ocupa el lugar del bebé que se desea gestar, desde el inconsciente, en ocasiones el tamaño del mioma puede darnos pistas sobre la fecha en la que se produjo el «bioshock», el conflicto que impactó esta respuesta orgánica.
EL ÚTERO EN RETROVERSIÓN, también llamado anteversión uterina, dificulta la fecundación y es un factor de infertilidad.
La solución biológica de este aspecto anatómico es no permitir que pase el esperma, y puede conectar resentires o conflictos derivados de «estoy con él pero pienso en otro, «no quiero ser penetrada».
En el estudio de un
árbol transgeneracional muy tóxico, pueden encontrarse este tipo de características anatómicas, como también el
UTERO BÍDIDO.
El descenso o PROLAPSO, indica conflictos de desvalorización en la condición de MUJER, del tipo «tengo que jugar el papel de un hombre», «no me siento sostenida en mi condición femenina», «no estaré a la altura, haga lo que haga». ¿Qué sentido tendría dejar caer el útero?… ¿se hace demasiado pesado? …. recuerda que simbólicamente el útero es la CASA, el HOGAR.
…..
Para entrar en la sintomatología de OVARIOS, hemos de tener en cuenta un concepto MUY IMPORTANTE a presentar. Se trata del concepto de LATERALIDAD.
Todos sabemos que hay personas DIESTRAS y ZURDAS y tenemos que chequear en primer lugar si nuestro cliente es Diestro o Zurdo…
En próximos post hablaremos sobre la lateralidad y cómo determina nuestra vida y toma de decisiones.