«Comenzaré dando más acentuación al hecho de que una persona que busca ayuda, sea psicólogo, sea coach, o cualquier ayuda profesional  que mejore nuestra forma de pensar y de ver las cosas ¡¡no está loco!!

Todo lo contrario, es una persona que quiere mejorar, valiente, y que debemos quitarnos esos clichés que solo nos perjudican, y que solo nos coartan en nuestra evolución, y lo digo como sanitario: no podemos hacerlo todo solos, pedir ayuda, y además reconocer que la necesitamos, es de sabios, nadie está exento de nada, seas de la profesión que seas.

Ya después de este paréntesis, que en mi opinión es importante, podría decir que mi proceso ha sido un poco lento en general, porque comencé con las primeras sesiones con Paz y ahora es que me doy cuenta de que no me enteraba de nada, ya que estaba en un completo mutismo, me costaba realizar los seguimientos, y tenía poca fe en el proceso.

Hasta que, poco a poco, en mí fue cambiando la forma de ver las cosas, me abrí totalmente al proceso y, escuchando semanas después la grabación de la primera sesión de NUMEROLOGÍA que hicimos, me sorprendió darme cuenta que hasta mi forma de contestar era completamente automática.

Cuando Paz me preguntaba algo, yo solo respondía con respuestas cerradas, es decir, no estaba presente ni consciente en ese momento.

Comencé a ver ciertos patrones en mí que me perjudicaban en mi día a día y, con la ayuda de Paz, cosas de mi árbol TRANSGENERACIONAL y de mi infancia que para mi eran irrelevantes, pasaron a ser muy importantes y me hicieron entender muchas cosas de mi comportamiento actual.

Comenzando por el hecho de que a nosotros, al ser sanitarios, no nos enseñan cómo realizar un árbol genealógico… y el mío propio no lo supe hacer… solo era un papel desorganizado en el cual yo no sabía  colocar de forma correcta mi estructura familiar.

Hacía las cosas a mi manera porque le restaba importancia a todo, era un no parar, «corriendo como un pollo sin cabeza» y, aunque pensé en abandonar muchas veces, fui abriéndome más y sintiendo más.

Y luego paso algo que ha cambiado mi vida, mi Ser me dijo: «Hasta aquí …te vas a parar»… y con una lesión en la pierna ya mi cuerpo me expresaba la necesidad de parar, porque yo hacía caso omiso.

Fue en ese momento en que me quede casi sin poder moverme, sin poder huir de mi misma, cuando vi muchas cosas claras y esa lesión, que en principio fue una desgracia para mi, se convirtió en el mayor regalo que me dio la vida.

Me tomé mi tiempo para realizar mi entrenamiento como es debido y dejar de poner excusas, tiempo de estar conmigo misma, para aprender a pedir ayuda (cosa que antes no hacía) para darme cuenta de que estaba en una relación de CODEPENDENCIA y para tener el valor de dejarla, para recuperar mi bienestar emocional, y muchas otras cosas infinitas que creo que las terminaré de ver con el tiempo.

En conclusión, diría primero y como gran aprendizaje, que por favor nos dediquemos tiempo a nosotros mismos, que no andemos como autómatas por la vida, por fuerza de la costumbre.

Esta intervención terapéutica no es únicamente para personas con graves problemas de salud o emocionales, si no para personas que quieren avanzar y cambiar de vida. Nuestra forma de pensar es muy importante para construir nuestra realidad, una frase que me gusta mucho y es muy cierta: «lo que es dentro, es fuera”.

Doy las gracias a Paz por su paciencia conmigo y por su profesionalidad. Seguiremos en el camino, que nadie dijo que sería fácil, pero sí es el de mayores recompensas. Gracias, Paz»

Dra. Carmen Delia Cabrera – (Tenerife)

Si tú también quieres revisarte o reinventarte, si crees que sufres CODEPENDENCIA