El Bioshock como origen de la Enfermedad

A raíz de su propia tragedia personal, la muerte de su hijo adolescente a causa de un disparo supuestamente fortuito, el Dr. Hamer desarrolló un apasionante viaje científico, al cual dedicó su vida por completo. Él descubrió el Bioshock como origen de la enfermedad. 

El desencadenante fue que, tras la muerte de su hijo, él mismo desarrolló un cáncer testicular, y su esposa falleció tras diversas enfermedades. En honor a su hijo denominó DHS (Dirk Hamer Syndrome) al BIOSHOCK o conflicto biológico que desencadena la enfermedad.

Me encanta el Dr. Hamer pues se trata de un personaje apasionante y, después de estudiarlo con NUMEROBIOLOGÍA os puedo confirmar que era una personalidad 40/4 un constructor que destaca por su capacidad para el servicio en temáticas difíciles, de hecho él trabajaba sobre el cáncer y tiene dos 13 en su estructura, la evolución a través del dolor y el cambio de estado. Y puedo confirmaros también que tenía un «gemelo perdido» es decir, que no venía solo, sino con otro embrión que se perdió.

El Dr. Hamer desarrolló las 5 Leyes Biológicas en el contexto de la Nueva Medicina Germánica, de donde parten todas las nuevas perspectivas de salud y coherencia, como la Descodificación Biológica, la Psicosomática Clínica y la Bioneuroemoción.

La primera Ley Biológica de Hamer indica que las enfermedades graves se originan al vivir un conflicto:

  • Inesperado, toma a la persona totalmente por sorpresa. 
  • Vivido en soledad, y cuyas emociones profundas no se han podido expresar ni compartir con nadie. 
  • Sin solución visible, pues la persona no logra encontrarle una solución. 

 

Cabe distinguir que también puede generar enfermedad el cúmulo de pequeños conflictos repetitivos, es decir, cuando ya cae «la última gota que colma el vaso». De ahí la importancia de observar y recordar nuestra cronología de síntomas, para poder entender las señales que nuestra biología nos ha estado enviando a lo largo de los años. 

El bioshock sería como un «misil»,  mientras que la «gota psicosomática» va cayendo lentamente, hasta colmar el vaso, desencadenando enfermedades de «conversión repetitiva mínima» ocasionadas por conflictos que suelen ser de perfil emocional bajo, aunque sobre la misma temática, por ejemplo, entre las más comunes están los conflictos de desvalorización, que afectan a la estructura osteoarticular y que suelen generar enfermedades crónicas.

Regresando al bioshock, en el momento en que el conflicto inesperado ocurre, éste impacta un área específica en el cerebro causando un foco de actividad denominado «Foco de Hamer». Las células cerebrales que reciben el impacto envían una señal bioquímica a las células del tejido/órgano del que están a cargo.

Es entonces cuando se pone en marcha todo un programa de supervivencia biológica, y el síntoma o enfermedad que se genera es en realidad una solución de urgencia y no un nuevo problema, como la visión tradicional plantea.

Ese síntoma es generado (e igualmente puede ser solucionado) por nuestra propia biología, en cuanto tomemos conciencia del conflicto que lo desencadenó y pongamos soluciones prácticas o simbólicas.

En muchas ocasiones, la persona no es nada consciente de sus conflictos, pues los mantiene silenciados, y sobre todo los que arrastra desde las resonancias familiares, desde su programación TRANSGENERACIONAL.

En el PROYECTO SENTIDO gestacional también se generan bioshocks y por supuesto durante la vida, dichos bioshocks quedan registrados, y pueden revivirse en el futuro, ya que vivimos creando CICLOS MEMORIZADOS.

El sentido biológico de cualquier enfermedad es curarnos.

Cuando hablamos de enfermedad, hemos de pensar que todo síntoma físico es una solución biológica de adaptación y, aunque es obvio que no deseamos las enfermedades que tenemos, todas ellas nos están hablando de un proceso emocional muy específico del cual no hemos sido conscientes, ya que este proceso emocional se produjo en nuestro subconsciente.

Acompañando a la persona en su crisis emocional, el síntoma o la enfermedad y ayudándola a localizar y resolver el conflicto no atendido se puede llegar a comprender e integrar la causa que lo produjo. Es entonces cuando el cerebro entra en una desprogramación automática del síntoma y, en consecuencia, se produce la curación biológica.

Al mismo tiempo, es necesario que la persona entre en su propio proceso de exploración emocional y sea muy generoso consigo mismo, aprendiendo a empatizar consigo mismo, no sin antes haber liberado la emoción que fue desatendida o reprimida en el pasado.

Como puedes observar, somos seres complejos y hemos de reconocernos como un todo, para poder generar soluciones más eficaces y evitar tener que pasar por el sufrimiento, siempre y cuando generemos consciencia de ser.

Fuente: Mi antiguo Blogger Bioneuroemociónenmadrid

 


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