El Genio Salvador Dalí siempre me ha fascinado por múltiples razones (que hace pocos años he podido comprender) por supuesto son conexiones tan sutiles que las mantengo en mi intimidad, pero os dejo tan solo un guiño: su fallecimiento está conectado con mi fecha de nacimiento…

Se denomina FIESTAMANIA al impulso sexual inconsciente y compulsivo que tiene lugar para reparar una muerte injusta.

Cuando se produce un fallecimiento no esperado, una pérdida importante en el núcleo familiar, el subconsciente “clama” por rellenar ese vacío con un nuevo ser. Es como si tratara de revivir al muerto. Ante la energía de “muerte” surge la “pulsión de vida”. Su descubridora, la piscóloga Anne Schzützenberger bautizó así a este impulso de reparación.

 

Uno de los ejemplos más fascinantes de fiestamanía es precisamente el de Salvador Dalí, nacido justo a los 9 meses del fallecimiento del primogénito del matrimonio de sus padres, Salvador y Felipa.

 

Este primer bebé, nació el 12 de Octubre de 1901 y falleció casi a los 2 años de edad, el día 1 de Agosto de 1.903, víctima de una gastroenteritis infecciosa. 

Producto de el efecto “Fiestamanía” Salvador Felipe Jacinto nace el 11 de Mayo de 1904. por lo tanto fué concebido en Agosto de 1903, alrededor del fallecimiento de su hermano. 

A este tipo de PROYECTO SENTIDO GESTACIONAL se le denomina Hijo de Sustitución pues se trata de ese hijo que colmará las expectativas de los padres, sobre todo en cuanto a borrar el drama de la pérdida del primero.

Con cinco años, Salvador recuerda que le llevaban sus padres a visitar la tumba de su hermano, él piensa que era su reencarnación, al ver su nombre en la lápida. Salvador definió acertadamente esta fidelidad familiar inconsciente: 

…nos parecíamos como dos gotas de agua, pero dábamos reflejos diferentes… Mi hermano era probablemente una primera visión de mí mismo, pero según una concepción demasiado absoluta.

 

La historia que condiciona y configura el sentido de la vida de ambos hermanos Salvadores es muy curiosa.

 

El abuelo paterno de Salvador Dalí se suicidó a consecuencia del descalabro financiero de sus inversiones en bolsa, y lo hizo lanzándose por la ventana.

 

Esta elección de suicidio tiene explicación, se trata de una “constelación flotante o planeante” es decir, dos conflictos activos en ambos hemisferios cerebrales: conflicto de terror/pánico (hemisferio izquierdo) y peligro/amenazas de territorio, que rigen laringe y mucosa bronquial respectivamente.

 

 

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