Testimonios – El Origen de la Violencia Familiar.
Hoy publicamos un valioso testimonio sobre el origen de la violencia familiar, valiosísimo en los tiempos que corren, pues en esta semana se ha recrudecido la violencia intrafamiliar con sucesos terribles, de los cuales toda la familia es responsable.
Es necesario poner de manifiesto que, cuando nadie hace nada, por el bien de los hijos o por mantener la inexistente paz en la familia, en realidad está haciendo lo peor: callar y proteger al agresor.
LA LEY DEL SILENCIO: Esta violencia, cuando se manifiesta en el grado de este caso, convierte a generaciones en víctimas y consentidores del maltrato, las amenazas y la agresión psíquica.
Afortunadamente, el caso de Esperanza es fuerte pero ella tiene los recursos para darle la vuelta a los escenarios de abuso y maltrato que se han vivido en su familia por generaciones.
Agradezco infinito este testimonio sincero que, por supuesto, ha sido modificado para mantener el anonimato de su protagonista.
El testimonio de Esperanza
Hoy quiero compartir mi proceso con el acompañamiento de Paz. Una de las partes más importantes de éste, ha sido la sanación de la violencia que hay en mi árbol transgeneracional.
Yo empecé con Paz por una Codependencia, porque nunca lograba sentirme querida en las relaciones. y me desvalorizaba tanto que acababa entregándome totalmente, como si fuera una esclava emocional.
No podía decir que no, no tomaba mis propias decisiones, incluso dejaba de escuchar mi propia música por escuchar la que le gustaba a mis parejas o amigos. Esto me lleva pasando muchos años, ya que desde que tengo catorce años he tenido pareja, casi sin espacio de soltería entre unas y otras..
Durante mi vida he sufrido bastantes encuentros sexuales que han acabado en abuso. Desde bien pequeña he sufrido bullying y mucha violencia hacia mi persona.
Recuerdo que cuando era pequeña, con solo 3 años, ya estaba alejada del grupo de mis compañeros y en casi absoluta soledad, solo con otra amiga. El resto de niñas no nos dejaban entrar en el terrario de arena donde se jugaba en el parque.
Era demasiado que, desde tan pequeña, yo tuviera la necesidad de estar en pareja, aunque fuera simbólica. Cuando empecé mi proceso y conocí mi carta numerológica, fui entendiendo que mi estructura me demanda estar en pareja, porque yo funciono mejor así, me gusta escuchar y sentirme acompañada. Ver el reflejo del otro para aprender sobre mi misma.
Entonces, entendí que el problema no era el hecho de tener pareja, más bien el problema radicaba en la violencia con la que yo me trataba a mí misma y, por ende, los demás, centrándome en que no me abandonasen, en vez de en ser feliz.
El viaje a la raíz del problema
Yo pensaba que mi mayor herida era el accidente en el que murió mi hermano, cuando yo aún no había nacido. Él tenía cuatro años, mi abuela y mi tía viajaban con él y también murieron.
Por lo tanto, lo más fácil era pensar en que mis problemas de pareja existían porque yo estaba buscando a mi hermano en otro chicos, o en amigas, y que cuando asumiese la muerte de mi hermano y pasase el duelo todo se solucionaría.
Entonces no sabía que ese accidente fue una llamada de emergencia de mi árbol genealógico que decía: «HAY QUE MIRAR ESTA VIOLENCIA.»
¿Qué hay más violento que un accidente en el que mueren tres generaciones de la misma familia?
Profundizamos en esto, hago el duelo de mi hermano y de los demás abortos que mis padres tuvieron antes de mí, incluso de un gemelo perdido que descubrimos que tuve en mi gestación.
Entonces los problemas de pareja desaparecen, pero la violencia sigue, incluso se multiplica. Porque estoy yendo profundo, hasta arrancar el problema de raíz.
También sabemos que mi abuelo materno pegaba palizas a mi abuela y abusaba sexualmente de ella y que, en la siguiente generación, los hermanos mayores de mi madre, maltrataban y sometían a sus hermanas, mis tías y también a mi madre, llegando incluso a intentar abusar sexualmente de ellas en más de una ocasión.
Todo esto parece demasiado fuerte si en tu árbol no existen estas historias de violencia, abusos e incestos, pero yo tuve que interiorizar que esto no era lo normal cuando empecé con este proceso.
Tuve que entender que la violencia que estaba viviendo tenía un propósito de reparación…
Tanto buscar el origen, y la vida me lo está mostrando… Entro en un trabajo donde me están tratando mal y explotando sin conciencia. En este trabajo aprendo a no sentirme una esclava emocional y a dejar de poner por delante a los demás.
Y, deseando mucho un cambio de trabajo donde me pagasen mejor, encuentro otro en el que, efectivamente, me pagan mejor y está más cerca de mi casa.
Llego allí y los primeros días muy bien, siento un buen ambiente, creo que me tratan bien, incluso hago una amiga que es mi doble en numerología, por lo que entiendo que será una buena acompañante.
Pasada justo una semana desde que entro en este lugar, me da un ataque de ansiedad en el trabajo. Mi cuerpo me habla claramente: «AQUÍ NO PUEDO RESPIRAR».. justo en el momento en el que me da el ataque, pienso en mi abuelo materno, pienso en que nunca voy a poder librarme de su violencia y ese pensamiento desencadena la explosión.
La sensación de estar encerrada, de no ser libre. De morir de asfixia… Mi cuerpo me avisa de esto también porque todo el rato me estoy haciendo pis.
Mi cuerpo expresa miedo.
Cuando salgo del trance del ataque ya lo he entendido todo: el desencadenante del trance fue tener a mi jefe muy cerca mientras bebía cerveza y empezaba a estar algo borracho.
Entonces, me doy cuenta de que estoy sufriendo acoso sexual en el trabajo, con las constantes vejaciones y desvalorizaciones que esto conlleva. Estoy repitiendo la historia de mi abuela, de la que soy doble.
Esto quiere decir que estoy reviviendo esa violencia sexual y de desvalorización para plantarle cara y liberarme de ese programa de «Virgen María» complaciente que llevo implantado en el subconsciente.
Yo le digo a Paz que solo quiero irme de allí y no volver, porque realmente lo que quiero es meterme en la cama y no salir en un mes, pero Paz me insta a no abandonar, a no huir, porque el problema me perseguirá, ya que no puedo huir de mi propia historia.
Y desde la consciencia, cojo fuerza para frenar a mis compañeros y a mi jefe en estas actitudes machistas
Ahora entiendo que llegué a ese lugar para sanar lo que mi abuela no pudo, pues ella tenía ocho hijos, y tuvo que abandonar a mi abuelo en vez de plantarle cara.
Ella no podía arriesgar su vida enfrentándose a su maltratador, porque había muchas vidas que dependían de ella. Pero yo sí puedo. Puedo quedarme en ese trabajo, plantarle cara a todos los que intenten tratarme como una niña que no sabe nada de la vida.
Voy a darle la vuelta al complejo de virgen y a asumir la virginidad de las diosas griegas, pues ellas eran las que no necesitaban a nadie para sentirse completas.
Agradezco infinitamente a Paz su ayuda y el recordatorio constante de que hacerme cargo de mi propia vida es el único camino.
La verdad es que es duro, pero la recompensa merece la pena. Cada día soy más yo misma, más próspera y más auténtica. comprendiendo el papel de los demás en mi vida, puedo enfrentar las situaciones para dejar de repetirlas y aceptar que el entramado de la vida es más complejo de lo que pensé (y piensa la mayoría), pero también mucho más divertido, intenso y creativo de lo que jamás habría predicho.
Me siento también muy agradecida a la vida por ponerme delante este gran problema y me siento honrada por mi clan, invitada como alguien fuerte y con aptitudes para devolver la justicia y el equilibrio al sistema.
¡¡¡¡GRACIAS!!!!
Si te has reconocido en este caso, pide tu cita en info@pazdelreal.com
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