Testimonio – Biodescodificación de la Feminidad

Hoy comparto uno de los testimonios más bonitos que he recibido este verano, y este caso de Biodescodificación de la Feminidad es sobre una joven que se reencuentra con el placer de sentirse coherente y feliz con su propio cuerpo e identidad femenina.

Vaya por delante que nunca pongo en los casos ningún tipo de prejuicio sobre género o identidad sexual, quiero dejar muy claro este punto.

Alejandra me contacta porque tiene problemas de autoaceptación, en las relaciones sexuales con su novio, y también desarreglos menstruales «desde siempre».  Nos vemos, como siempre online y su aspecto andrógino no deja lugar a dudas.

El caso de Alejandra está bien definido por una contaminación de información, acerca de la energía femenina, llegando a causarle una depresión, a despreciar su propio cuerpo, su valor como ser humano, y hasta dudar de su identidad sexual.

Qué duda cabe que exploramos su TRANSGENERACIONAL y encontramos las claves allí, durante su programa de entrenamiento básico GENEALOGY&BIOCOACHING®

Me llama la atención que, durante este verano, he visto algunos casos de jóvenes alrededor de los 20 años (no se si calificarlos como Millennials o Centennials)  lo cierto es que los varones llegan con crisis de ansiedad, pánico y adicciones, en cambio las chicas parten de la depresión y los problemas menstruales. 

Alejandra tuvo que cuestionarse a sí misma y, sobre todo, al entorno que le rodea: cuestiones tan candentes como la libertad sexual, el feminismo, la reproducción, en fin…. un darse la vuelta para encontrarse y disfrutar de la vida. Ha sido muy valiente y ha realizado un trabajo excepcional.

Como siempre, agradezco este testimonio que, por razones obvias, es anónimo. 

 


El Testimonio de Alejandra

«Escribo este testimonio para los lectores del blog de Paz del Real, con mucho cariño y con el ánimo de ayudar a quien resuene con mi historia, a quien necesite verse en este espejo.

En mi se trataba de la necesidad de conectar con mi género y mi identidad sexual.

Mi relación con mi femenino estaba enterrada y más muerta que viva, antes de empezar el entrenamiento con Paz. Ahora puedo comprender el por qué, y quiero compartirlo contigo.

La toma de consciencia empezó el día en el que tratamos el tema de mi menstruación. Nunca ha sido regular y siempre me ha ocasionado muchos dolores, tenía un intenso síndrome premenstrual, hasta ovular me dolía.

Hablé con Paz porque estaba muy preocupada, llevaba alrededor de 20 días sangrando, como si mi periodo estuviera empezando. Me sentía débil, y hasta deprimida.

Cuando “abrimos el melón” durante la sesión, Paz me hizo 2 preguntas:

  1. Si me gustaba ser mujer
  2. El significado de serlo.

La primera respuesta la tenía clara: ERA UN NO ROTUNDO. Con la segunda pregunta, no tenía ni idea a que se refería.

Para mí, ser mujer no tenía ningún significado, era algo que me había tocado, y nunca me planteé la función biológica del sexo femenino.

Al momento, Paz me dijo que la función biológica del sexo femenino es engendrar, tener bebés, cuidar de ellos y protegerlos.

También entendí que la regla o período se llama así porque siempre es la misma medida y que, si es una regla de verdad, será constante y podrás medirla para quedarte embarazada o para evitarlo. 

A los pocos días de esta sesión, tuve un resentir fuerte sobre el miedo que tenía a tener bebés y que éstos murieran bajo mi responsabilidad. Sentí un dolor y un vacío tan grande como el que han sentido muchas de las mujeres de mi árbol genealógico al perder a sus hijos.

Ahí entendí que el propósito de ser mujer en mi estructura transgeneracional es el poder subsanar esa necesidad de ser mamá y poder mantener a mis hijos con vida. Comprendí también el miedo tan intenso que tengo de que mi perrita se muera en cualquier momento. 

Ahora soy consciente de las ganas que tengo de ser mamá y me siento agradecida por poder dar vida y por estar en conexión directa con la fuente y su lado más cuidador, receptivo y sensible.

Antes pensaba que ser sensible me hacía débil, y ahora pienso que ser sensible es un regalo. Un regalo de limpieza que me permite purificarme a través de la conexión con mis emociones y también con la belleza.

La conexión con la belleza ha sido una de las partes más sanadoras de este proceso, pues me ha ayudado a reconectar con mi cuerpo y sus cuidados, con mi amor propio.

En la sesión que hicimos sobre la Biodescodificación de la feminidad, Paz me explicó que las mujeres diestras son las que están en concordancia con ese prototipo que he descrito más arriba, y yo soy diestra.

Entonces rápidamente tomé conciencia de que mi madre es zurda, por lo tanto mi primer referente femenino no es capaz de reconocer mi feminidad como algo natural (ni siquiera la suya) y desde niña ridiculizaba mi aspecto femenino y mis ganas de ser bonita y de mirarme al espejo o arreglarme.

Pensando en esto veo que mi padre es un hombre muy sensible, para el cual la sensibilidad ha sido siempre un pecado prohibido, y la ha percibido como peligrosa.

Esto me da las claves para poder recomponer mi feminidad y cancelar los decretos:

  • “SER SENSIBLE ES PELIGROSO”
  • “LA BELLEZA NO ES ALGO NATURAL, ES ALGO ARTIFICIAL Y MALO PARA MI SALUD BIOLÓGICA.”

Ahora entiendo que estos decretos no me pertenecen, ya que ahora me reconozco en mi lateralidad: yo soy una mujer diestra que se siente muy cómoda con la sensibilidad y la belleza.

Hasta el momento de esta sesión yo no me maquillaba, ni arreglaba bien mi ropa, ahora lo hago todos los días y me siento una mujer digna y valiente solo con mirarme al espejo.

Yo no sabía que era mi derecho sentirme guapa y sentir que puedo expresar mi identidad femenina, sin miedo ni vergüenza. De hecho, ni si quiera tenía claro qué es ser heterosexual, a pesar de nunca haber tenido una experiencia homosexual pero, al ponerme en la piel de una mujer femenina, amante de sus curvas, bella y sensible, me he dado cuenta de que me atraen muchísimo los hombres. ¡Y cuanto más masculinos, mejor!

Mi vida sexual ha mejorado mucho, pues ahora entro en el trance sexual desde el punto de vista de la receptividad y la sensualidad, y me abandono al placer.

Ya no busco el orgasmo de manera posesiva y desconectada de mi pareja. Después de biodescodificar mi feminidad celebro la masculinidad de mi pareja y me siento muy atraída por ella.

Antes no entendía el concepto y diferenciación entre «masculino y femenino», de hecho lo rechazaba, algo que me alejaba de mi identidad y de mi dignidad como ser humano.

Ahora veo claramente que, en mi generación, ésta es la nota dominante. Se les aleja de su identidad sexual sembrando distorsión, para que no puedan reproducirse, y para que no sean felices, para que odien sus cuerpos, ni puedan conectar con su divinidad.

Pues, si no estás a gusto en tu cuerpo físico, ¿ cómo vas a poder reconocer que en él se alberga el origen del universo y la divinidad más espléndida? Es imposible.

Por eso, alguien se está encargando de que los jóvenes rechacen su biología, con creencias y programaciones que nos hacen un híbrido confuso entre hombre y mujer.

No es casualidad que la generación nacida en el 2000 sea la generación que menos quiere tener hijos… Yo soy «milenial», y veo en mi generación demasiada distorsión…

En definitiva, yo he recuperado mi feminidad, viendo las películas de auténticas y seductoras damas de los años 40 y 50, y maquillándome, siendo consciente de la forma de mi cara, de mis facciones, del tono de mi piel, de mis curvas, y comprando la ropa que me sienta mejor, porque soy merecedora de sentirme bella y sensible, y esto me hace totalmente feliz.

También he recuperado mi sentimiento de protección y receptividad a través de la sensibilidad, dejando que mis emociones se expresen. Enfocando mi mente a la compasión, hacia a mí y hacia los demás. En este momento soy consciente de que debo dejar de huir de mi vida como mujer, porque mi vida es deliciosa si la enfoco de la manera que se merece.

Yo soy un imán de placer y abundancia. Soy una mujer independiente y sensible. Estoy feliz siendo lo que soy, y soy capaz de sostener y abrazar la vida.

Y estoy en el camino de ser la mejor mamá de mí misma, de mi niña interior (que ha disfrutado este proceso como nadie pueda imaginar).

¡GRACIAS por ayudarme con la Biodescodificación de la Feminidad, nunca habría imaginado que mis problemas tuvieran ahí su raíz!


Si quieres leer más acerca de síntomas y escenarios relacionados con la desconexión de la identidad femenina te invito a leer estas publicaciones:
 

Si no te encuentras bien, en relación con tu género o sexualidad, anímate a descubrirte… 

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Paz del Real